Santiago Sierra gana 3,5 millones en la Bonoloto y sigue abriendo su bar como siempre

¿Quién dice que ganar un premio millonario en la Bonoloto significa dejar de trabajar? Muchos agraciados reciben la noticia con gran alegría y felicidad, pero no abandonan su empleo o negocio sin pensárselo muy bien antes. Santiago Sierra es un claro ejemplo de ello. Tras ganar un bote de 3,5 millones de euros en la Bonoloto, el ganador sigue trabajando como siempre. 

Este hostelero del municipio de Cañizal (Zamora) sigue con su rutina diaria a pesar de haber ganado esta fortuna en la Bonoloto. Todas las mañanas sigue madrugando para abrir su bar de lunes a domingo y atender a toda la clientela que acude a su bar. Santiago sigue trabajando y actuando como si no hubiera ganado la lotería.

Santiago invitó a todos los vecinos a barra libre

A escasa distancia del Ayuntamiento, el bar Santi se localiza en un pequeño municipio de poco más de 400 personas. Sigue sirviendo cafés y sellando boletos de lotería como hace cada día, sin dar muestra alguna de que ha ganado 3.428.346 euros en el sorteo de la Bonoloto del pasado 13 de mayo. El boleto fue sellado justamente en su bar. El afortunado reconoció con tono de humildad ser el ganador de esta gran fortuna.

Sierra señala que no quiere cerrar el bar porque tiene una larga historia tras sus espaldas. Este bar fue abierto por su abuelo hace 70 años, y después de su abuelo fue regentado por su padre. Lo que sí que está buscando es traspasar el bar para no tener que seguir madrugando por más tiempo y llevar una vida mucho más tranquila, pero confiesa que no desea cerrar sus puertas. 

Santiago sigue manteniendo su carácter alegre, jovial y campechano de siempre. Tras conocer la noticia, Sierra le hizo saber a todo el pueblo que había ganado un premio millonario. Pero la cosa no queda ahí, ya que invitó a todos los vecinos del pueblo a disfrutar de barra libre ese mismo sábado por la noche y a lo largo de todo el domingo. Esa noche no durmió, ya que se pasó horas festejándolo con los vecinos. 

Sin embargo, al llegar el lunes, volvió a abrir las puertas del bar como si no hubiera ocurrido nada. Este hostelero zamorano declaró que fue cosa del azar. El bar lo lleva junto a su mujer y su hija. Cuando le preguntan si se ha dado algun capricho, Sierra señala que por el momento no. Lo que si que tiene claro es que a partir de ahora podrá llevar una vida sin preocupaciones.

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